martes, septiembre 22, 2009

Ralph Nader El camino hacia el fascismo corporativo


Ralph Nader exclaims that the central political issue of our time is giant corporate power and its take over of our government, plus the spread of commercial values into every nook and cranny of our culture including the commercialization of childhood, the universities and almost everything these large corporations touch. Speaking at the Washington, DC Green Festival, he also details what we can and must do about it
Este video donde RalphNader hace una dura y muy bienargumentada crítica sobre la conexión entre la política y la grandes corporaciones, está dirigido a un público estadounidense.
Desde Iberoamérica el análisis debe ser planteado desde las correspondientes coordenadas.
Un caso que podemos utilizar para comenzar la tarea desde los distintos Estados de Iberoamérica lo podemos ver aquí:

LOS ATROPELLOS DEL CAPITAL TRANSNACIONAL
EUROPEO EN EL SECTOR ELÉCTRICO
COLOMBIANO
EL CASO DE LA EMPRESA DE ENERGÍA DE BOGOTÁ
Desde que se comenzó a implantar en Colombia el modelo de “Libre
Comercio”, uno de los sectores más perjudicados y que han generado
mayor afectación al patrimonio nacional es el eléctrico. Por años el capital
transnacional europeo se ha valido de la complicidad y corrupción de los
gobiernos de turno para quedarse con empresas estatales, construidas con
décadas de esfuerzo.
En este documento se analiza la forma como fue entregada a multinacionales
europeas la generación, distribución y comercialización de la energía de
los colombianos, exponiendo el caso de la privatización de la Empresa de
Energía Eléctrica de Bogotá y lo que esto ha significado para sus usuarios.
En momentos en que el gobierno colombiano pretende firmar un Tratado de
Libre Comercio con la Unión Europea, es necesario conocer las prácticas de
las que se valen sus empresas para asegurar su penetración y lucro.
Red Colombiana de Acción Frente al Libre Comercio, RECALCA – Marzo de 2009
COLOMBIA - UE
LOS ATROPELLOS DEL CAPITAL TRANSNACIONAL EUROPEO EN
EL SECTOR ELÉCTRICO COLOMBIANO.
EL CASO DE LA EMPRESA DE ENERGÍA DE BOGOTÁ
Aurelio Suárez Montoya1
I. INTRODUCCIÓN. CONTEXTO DEL SECTOR ELÉCTRICO COLOMBIANO
ENTRE 1970 Y 1992
Desde finales de la década de los años 70 se emprendió en Colombia un desarrollo
acelerado del sector eléctrico. Fruto de esa política, que se consideró como la principal
prioridad macroeconómica del país, entre 1970 y 1987 el Banco Mundial otorgó
préstamos con tal propósito por un valor cercano a 1.950 millones de dólares y
el Banco Interamericano de Desarrollo por algo más de 1.500 millones de dólares.
Dentro de dichos créditos, la mayoría dedicados a proyectos de generación y
otros a transmisión, interconexión y distribución, sobresalen los destinados a
la construcción de la Central Hidroeléctrica de El Guavio, receptora de 359 millones
de dólares del Banco Mundial en marzo de 1981 y de 172.3 millones del
BID en junio de 1980 y de otros 411.5 millones, también de esta última entidad,
en diciembre de 1983. Todos los proyectos de generación, además del ya mencionado
Guavio y otros relevantes como Chivor, San Carlos, Guatapé y Jaguas,
fueron hidroeléctricos. 2
Para 1980 la capacidad instalada nominal del sector eléctrico colombiano, considerada
como la suma de los valores de potencia de todas las unidades generadoras
en el sistema, era de 4.177 MW (el 70% de energía hidráulica) y en 1990 llegó
a 8.312 MW (78.5% hidráulico)3; de ellos 1.150 correspondían al proyecto de
generación de El Guavio4. Este crecimiento estuvo fundamentado en “supuestos
optimistas sobre el comportamiento de las variables económicas, reflejados en las altas
proyecciones de crecimiento de la demanda” que “permitieron que las empresas
del sector presentaran unos requerimientos de inversión sobreestimados, centrados
en proyectos hidroeléctricos y en desmedro de proyectos de menos escala a base de
1 Ingeniero industrial de la Universidad de los Andes. Director ejecutivo de la Asociación Nacional
por la Salvación Agropecuaria.
2 Contraloría General de la República. “El racionamiento eléctrico, 1992: antecedentes, causas y
responsabilidades”. Bogotá, 1992. pág. 78-79
3 Ibíd. pág. 79
4 ISA. “El sector eléctrico colombiano: orígenes, evolución y retos. 1882 – 1999”.
Empresa Panamericana, primera edición diciembre de 2002. pág. 41.
3El caso de la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá
carbón y gas… fue así como, con anuencia del gobierno, las empresas accedieron, sin
el debido estudio, a créditos adicionales de la banca internacional… en consecuencia,
a mediados de los años 80 el sector se encontraba en una situación de ‘exceso de
capacidad instalada’ en términos de potencia”. 5
Financieramente, en el sector eléctrico nacional “las cuatro compañías más importantes
(EEEB, EEPPM, ICEL, ISA) contabilizaban el 74% de los activos en 1985 y
el 80% de los préstamos, tenían un servicio de deuda superior a su flujo de caja,
los pasivos corrientes eran mayores que sus activos corrientes y el 80% de sus
activos fijos estaban financiados con préstamos a largo plazo. Pero no lo suficientemente
largo… al promediar la década del 80… la relación deuda/capital pasó de
6 a 1, en los años 78- 80, a 53 a 1 para el período 81- 90, reflejando la situación de
sobreendeudamiento”6
La Comisión Nacional de Energía (CNE) entregó el 21 de junio de 1991 un documento
en el cual responsabilizaba de la crítica situación a la banca multilateral,
por haber estimulado el sobreendeudamiento e introducir modificaciones en los
créditos que aumentaron el riesgo de los mismos, especialmente en períodos de
devaluación de las monedas como sucedió luego de 1985 y, en ese mismo sentido,
acusaba al propio gobierno por no haber manejado adecuadamente la tasa
de cambio, en unos tiempos con reevaluación, favoreciendo el endeudamiento y
la sobreinversión, y en otros al ajustarla al alza sin diseñar medidas compensatorias
frente a la devaluación. Así mismo, se señaló al propio sector por las graves
deficiencias en el diseño, selección y ejecución de los proyectos con gravísimas
equivocaciones administrativas7. En 1990 se había llegado a una situación de
insolvencia estructural.
II. EL GUAVIO: DEPREDACIÓN DEL PATRIMONIO PÚBLICO Y LUCRO DEL
CAPITAL FINANCIERO Y TRANSNACIONAL EUROPEO.
La central hidroeléctrica de El Guavio se inició en octubre de 1981 como pieza del
plan de expansión eléctrica ya descrito. La construcción de la presa y las obras
anexas se acordó con el consorcio ítalo-español Vianini-Entrecanales, mediante
el contrato No. 3554 del 24 de junio de 1981. También se contrató al consorcio
francés Campenón Bernard Spie Batignoles para el suministro y la instalación de
equipos. El presupuesto inicial de los respectivos contratos era de 385 y de 153
5 Contraloría op. cit. 85
6 ISA Op. Cit. Pág. 65. Citando una evaluación del sector eléctrico colombiano realizada
por el Departamento de Evaluación de Operaciones del Banco Mundial.
7 ISA Op. Cit. Pág. 66 5
millones de dólares, respectivamente, además de contemplar la suma de 319.5
millones de dólares para el sistema de conducción y la propia central. En total el
proyecto se presupuestó en 1.303 millones de dólares.
El horizonte se fijó en cinco años y cuatro meses; no obstante, el tiempo de duración
fue de más de 11 años. El proyecto de la central hidroeléctrica de El Guavio
ha sido, si no el mayor, uno de los más grandes atentados contra el patrimonio y
las finanzas públicas de Colombia.
La revisión de lo acaecido, hecha por los organismos de control como la Procuraduría
General de la Nación, la Contraloría General de la República y la Contraloría
Distrital, el Congreso de la República, la Corte Suprema de Justicia, analistas
y cronistas particulares, siempre ha partido del insólito tipo de contrato que a
estos dos consorcios europeos se les suscribieron para participar en esta obra.
Carecían de objeto, no se estipulaban ni los plazos ni la forma de pago, no se
exigía ninguna garantía para el cumplimiento y la seriedad de la actividad, y, por
el contrario, se les extendían extravagantes gabelas en contra de la Empresa de
Bogotá como la fijación de antemano de los intereses a pagar cuando luego de la
presentación de cuentas corrieran más 45 días sin recibirse el pago correspondiente.
De inicio, la relación contractual entre los consorcios europeos y la Empresa de Energía
Eléctrica de Bogotá, que aparecía con el liderazgo en la iniciativa al ser la dueña
del 60% de la misma, se formó de manera irregular lo cual favorecía todo tipo de
laxitudes y disparates en el desarrollo de los contratos.
En efecto, puede señalarse que en claro contubernio –entre contratistas e inescrupulosos
funcionarios de la entidad contratante– se dio lugar, en aprovechamiento
ventajoso de cada una de las dificultades que en el curso de la construcción se
fueron presentando, a la generación de cuantiosísimos ingresos adicionales, algunos
de los cuales fueron a parar en forma de enriquecimiento ilícito a los bolsillos
de los delincuentes de cuello blanco, cómplices en el lucro desmesurado a
favor de Vianini- Entrecanales y Campenón Bernard Spie Batignoles. Sobre esto
existen informes, estudios y sentencias condenatorias, entre otros, que aportan
evidencia más que suficiente. Al final, el importe total de la obra llegó a superar
los 2.500 millones de dólares, casi el doble de lo presupuestado al comienzo, y
algunos cálculos llegan incluso a estimar que estos sobrecostos subieron hasta
2.800 millones.El caso de la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá
La confabulación entre las transnacionales europeas y la burocracia dolosa para
la explotación indebida de los contratos se fundó en imaginativas triquiñuelas
en contra del patrimonio público. Algunas de ellas fueron:
 Prestación irregular de servicios. Mediante actas de obras extras que se añadían
a los contratos, se contrataban nuevas obras o se adquirían suministros,
equipos y materiales no contemplados en los contratos principales. Se violaba
así una norma legal que exigía para cada caso, sobre todo cuando las sumas
eran de mayor cuantía, procesos licitatorios en los que se debían admitir otros
proponentes.
 En no pocas ocasiones, también se detectaron pagos de las mismas obras en
dos oportunidades.
 Igualmente, se le permitían a los contratistas subcontratar algunas actividades
y obras, asegurándoles de antemano un 25% del valor de los respectivos
subcontratos.
 Algunos informes, como el de la Procuraduría General de la Nación, que catalogó
a El Guavio como el “descalabro gerencial del siglo”, una calificación aún
bastante ponderada, por cierto, denunció que la burla, en connivencia entre
las partes, de trámites facilitó la exoneración del pago de impuestos de los
contratistas, entrabó el control fiscal, y constituyó una permanente actitud dolosa.
 Todas estas decisiones se tomaban sin que existieran ni disponibilidades ni registros
presupuestales que las pudieran soportar. Un recuento somero de estas
maniobras alcanzó a contabilizar más de 250 obras extras, incluyendo carreteras
que no estaban incluidas, parques y colegios y hasta la remodelación de una parroquia.
 Si bien resultó, de por sí, bastante onerosa la ejecución de obras extras, ella
no fue el factor principal para el lucro privado y el detrimento del patrimonio
público. Hubo un aprovechamiento descarado de las distintas dificultades que
trajo la construcción de la central hidroeléctrica de El Guavio para aumentar
las utilidades de los contratistas.
 Cualquier inconveniente sirvió de pretexto para obtener jugosos beneficios.
La deficiente presupuestación inicial; los malos estudios geológicos, que causaron
el derrumbe de una bocatoma que conllevó la muerte de 100 jóvenes
trabajadores o el estallido del túnel de conducción en 39 ocasiones; el retraso
en la compra de los predios, que además de hacerse con sobreprecios cercanos
a 2.100 millones de pesos se demoró casi 10 años; problemas de carácter so7
cial, como varios paros cívicos de la comunidad afectada por el megaproyecto
o la huelga del sindicato de los trabajadores ante la persecución, el maltrato
y la discriminación laboral por parte de las empresas europeas; todo esto fue
aprovechado para engordar los contratos bajo la figura del lucro cesante que
debería ser adecuadamente compensado.
 Tales “demoras”, según lo establecido en los contratos, causaban “intereses”
o gastos financieros que se liquidaban acorde con la siguiente fórmula: “si era
en pesos colombianos, cancelaba el 75 por ciento del interés comercial bancario
en Colombia, y el mismo porcentaje cuando era en moneda extranjera pero
con el interés comercial vigente en el país de origen de la moneda. No obstante,
esa fórmula se cambió por la tasa Libor más un punto”8. Según algunas
cuentas, al final, la tasa de interés real pasó del 5.1% al 7.8%, lo que significó
un aumento del 52% en el cobro de los intereses.
 Los reclamos de los contratistas por los presuntos “imprevistos” llegaron a
350 millones de dólares, lo cual hizo que en este proyecto de cada 100 pesos
gastados 38.7 fueran financieros. Este tipo de manejo le permitió a los contratistas
una suerte de “constreñimiento legal”, de parar la obra a su antojo y
percibir por esa determinación.
 Los pagos antes descritos y el servicio de la deuda a la banca multilateral tuvieron
como agravante el que en esta década, entre 1981 y 1992, se produjo
una acelerada devaluación de nuestra moneda. La tasa de cambio pasó de
$54.49 a $680. De haberse cumplido el cronograma inicial esta afectación
no hubiera tenido las secuelas que acarreó, puesto que para 1987 la tasa de
cambio se fijó en $242.61.
Al final, el resultado fue que El Guavio le valió a cada bogotano $250.000; que
mientras en otras centrales el costo por kw-h fue de 0.26 centavos de dólar, aquí
fue de 0.75; que el sector eléctrico, con El Guavio a la cabeza, llegó a comienzos
de la década de los noventa a 6.000 millones de dólares de deuda externa, un
tercio de la deuda total del país y que la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá
tuvo que firmar un convenio de gestión con el gobierno nacional por el cual entregó
uno de sus principales activos, el 40% de las acciones totales de ISA que
valían 120 millones de dólares, a cambio del último tramo de financiación para
culminar el proyecto. El retraso, vale la pena mencionarlo, coadyuvó al “apagón”
de 1992 que implicó mayores erogaciones del Estado en auxilio del sector eléctrico.
8 www.eltiempo.com. Sección Información general. Fecha de publicación 27 de diciembre
de 1994.El caso de la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá
Los principales cómplices de este agravio causado al patrimonio público colombiano
nunca fueron sancionados ni pagaron por sus delitos. Aunque se investigaron
115 funcionarios, se les abrieron pliegos de cargos a ex alcaldes, ex gerentes,
ex funcionarios y ex miembros de la junta directiva de este lapso, a todos ellos se
les prescribieron los procesos.
El caso más notorio es el del ex gerente Fabio Puyo Vasco, a quien se le comprobó
enriquecimiento ilícito de servidor público por $1.027 millones y cuyos daños
a la Empresa fueron aforados en $18.374 millones en sentencia ratificada por el
Tribunal Superior de Bogotá y por todo esto condenado a 7 años de prisión. Nunca
fue extraditado ni por el gobierno de Estados Unidos ni por el de España, país
donde al cabo de los años terminó, en la práctica, protegido y amparado.
III. LA PRIVATIZACIÓN DE LA EMPRESA DE ENERGÍA DE BOGOTÁ, OTRA
PUERTA ABIERTA PARA EL CAPITAL TRANSNACIONAL EUROPEO
El descalabro de El Guavio afectó gravemente las finanzas de la Empresa de Energía
Eléctrica de Bogotá y, coincidiendo con dos circunstancias adversas como la
indignación nacional contra el sector por “el apagón” de 1992 y la implantación
del neoliberalismo, se empezó a proponer como solución mágica la privatización
de la Empresa. Distintos estudios y recomendaciones con proyecciones en muchos
casos amañadas, como más tarde pudo demostrarse, concluían que la Empresa
no podría subsistir en un “entorno de competencia” si no recurría al capital
privado en su estructura financiera.
En contra de tales hipótesis, se realizaron estudios como el de la Financiera Energética
Nacional (FEN) sobre la Empresa de Energía de Bogotá, que admitían el
deterioro financiero originado por la ejecución del proyecto de El Guavio y la
“deficiente gestión administrativa”, lo cual hacía de ella la más comprometida
en cuanto al saldo de su deuda externa por US $1.616 millones en 1992, siendo
responsable del 39% del total de la deuda pública del sector y con el más alto
coeficiente de endeudamiento, lo que obligó a pagar en ese año por concepto
de servicio de la deuda $410 millones de dólares; sin embargo el citado estudio
proyectaba que “a finales de la década (1997), con la central de El Guavio en
plena operación… sus resultados financieros empezarían a ser favorables”9. Se
admitía que los indicadores de rentabilidad se recuperarían y que cerca del año
2000 se registrarían superávit sostenibles.
9 Financiera Energética Nacional (FEN) S.A. Empresa de Energía de Bogotá, resumen
de la información financiera, 1992 págs. 2, 3, 4 y 299
Tales proyecciones fueron ratificadas en la realidad. “Entre 1990 y 1996 las utilidades
operacionales aumentaron de $28.870 millones… a $149.347 millones…
las utilidades netas aumentaron de $39.530 millones en 1990 a $428.846 millones
en 1996… la relación del activo corriente al pasivo corriente mejoró de
0.31 en 1990… a 0.92 en 1996… la relación del activo total sobre el pasivo total
presentó cifras superiores a uno, de 1.17 en 1990 a 1.88 en 1996… o sea, en estos
siete años, a pesar de la situación difícil, los indicadores estaban mejorando.
El problema se centraba en la deuda en el corto plazo.”10
Ese endeudamiento, que obligaba a la Empresa de Energía a pagar en 1996 US
$740 millones, motivó la realización de innumerables estudios de banca de inversión
extranjera (JP Morgan, Coopers & Lybrand, Lehman Brothers), que conducían
a distintas modalidades de enajenación de sus activos.
A partir de agosto de 1995, el primer paso en esa dirección se dio al transformar
la Empresa en una por acciones y el 29 de noviembre de 1996 el estudio
de “estructuración y capitalización” recomendó el mantenimiento de
una compañía matriz, la Empresa de Energía de Bogotá (EEB), con cuatro subsidiarias.
Al final se aprobó tener solamente dos: una empresa generadora,
EMGESA, y una distribuidora- comercializadora, CODENSA. En marzo de 1997
se decidió el esquema de capitalización según el cual los nuevos socios privados
podrían participar hasta en un 49% de las nuevas empresas y los recursos
de la capitalización serían para pagar un porcentaje de la deuda11.
Paralelo con ello, el Concejo de Bogotá aprobó el Acuerdo 1 del 23 de diciembre
de 1996, “por el cual se transforma la Empresa de Energía de Bogotá, en sociedad
por acciones y se dictan otras disposiciones”, en consonancia con las decisiones
que se venían tomando por la administración del alcalde Antanas Mockus.
El 15 de septiembre de 1997 se subastaron el 11% de la matriz EEB, y el 49.5%
de EMGESA y CODENSA. Bajo las denominaciones de Capital Energía y Luz de
Bogotá, respectivamente, accionistas privados se hicieron a la oferta por $809,8
millones de dólares y 1.084,9 millones de dólares en cada caso.
10 OTERO PRADA, Diego Fernando. La privatización y la descapitalización de la Empresa
de Energía Eléctrica de Bogotá. Iris impresores, diciembre de 2007, Bogotá. Paginas.
89, 90 y 91.
11 Para ver el proceso en forma detallada, puede verse OTERO PRADA, Diego Fernando.
La privatización y la descapitalización de la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá,
Iris impresores, diciembre de 2007, Bogotá, páginas 53 – 121.El caso de la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá
IV. ¿Quiénes eran Capital Energía y Luz de Bogotá ?
Capital Energía fue un consorcio conformado por ENDESA de España, que poseía
el 49% del mismo y el consorcio Betania S.A., del cual participaban ENDESA de
Chile, Compañía Eléctrica Cono Sur S.A. y CORFIVALLE (grupo financiero colombiano
Sarmiento Angulo). En primera instancia, sumando lo aportado directamente
y mediante su participación en Betania S.A., a través de Endesa de Chile,
el capital español de ENDESA se hizo por 699 millones de dólares al 39.7% de
EMGESA, y por 114 millones dentro del 5.5% de la EEB.
Luz de Bogotá, a su vez, estaba conformado en un 48.5% por ENDESA de España
y el resto, 51.5%, por las empresas chilenas ENERSIS y CHILECTRA que giraban
en torno al conglomerado empresarial de José Yaruszeck, uno de los más
notables tomadores de empresas públicas de ese país en la época de Augusto
Pinochet. Como ENDESA también poseía el 32% de ENERSIS, el capital español
se hizo a cerca del 28% de CODENSA con casi 700 millones de dólares y a otra
participación dentro del 5.5% de EEB por –aproximadamente– otros 80 millones
de dólares.
Es decir, el capital español de ENDESA dio 1.600 millones de dólares para tomar
posesión del 40% de EMGESA, el 29% de CODENSA y el 7,5% de la empresa
matriz, EEB. Posteriormente, ENDESA adquirió un 32% más de ENERSIS, lo cuál
le retribuyó que, a partir de 1999, fuera propietaria de casi el 35% en CODENSA.
Según Diego Otero, a partir del 2000, el verdadero dueño de EMGESA y CODENSA
es el grupo español Empresa Nacional de España, ENDESA. Al final, para 2005 todas
las empresas que participaron en el proceso de privatización, a través de una
intrincada red de coaliciones, ENDESA España, ENDESA Chile, ENERSIS de Chile y
CHILECTRA, terminaron siendo filiales de ENDESA España.
Las ofertas privadas superaron con creces, casi al doble, los precios de referencia
para la subasta en EMGESA y CODENSA, que se habían fijado en 610 millones de
dólares para el primer caso y en 290 millones para el segundo. En los años subsiguientes
se entendería por qué tanta falsa generosidad.
V. ¿Cómo recuperar en breve tiempo un capital invertido
para comprar una empresa?
Además de la transferencia en la propiedad de los activos en las proporciones
ya anotadas, los privados obtuvieron una ventaja adicional: el gobierno de las
empresas subsidiarias a través de la figura de “operador” de la misma. Al parecer,11
la inversión privada colocó como requisito tener el control operativo de EMGESA
y CODENSA. Esto los dejaba con las manos libres para disponer a su antojo de
todos los recursos a su alcance, lo cual efectivamente se ha hecho en aras de la
“eficiencia”. Y tras esa probada “eficiencia” se han justificado la sangría de recursos
a través de la “descapitalización” del grupo de empresas del nuevo holding.
Son innumerables las voces críticas que han cuestionado el procedimiento por
el cual se empezó a recuperar en muy breve tiempo lo que se había invertido.
Las maniobras se iniciaron a menos de dos años (1999) de haber acometido la
inversión y cuando las deudas que justificaron toda la operación aún sumaban
700 millones de dólares. Contaron con el visto bueno de los alcaldes de Bogotá
de turno, quienes a cambio también recibían recursos líquidos que justificaron
como palanca para la “inversión social”.
Acorde con la información disponible hasta el año 2006, la recuperación del capital
invertido por la vía de descapitalizaciones, dividendos y otros beneficios
indirectos, puede verse en el siguiente Cuadro N0. 1.
En conclusión, no es aventurado asegurar que en lo que respecta al grupo español
ENDESA, que hoy es el dueño absoluto del 49% de EMGESA y CODENSA y del
7,5% de EEB, había recuperado en 2006 prácticamente todo lo invertido en la
adquisición de ese paquete accionario, menos de 10 años atrás.
A contramano, la inversión para mejorar el servicio, en dólares corrientes, de las
empresas del grupo de energía de Bogotá (EMGESA, CODENSA, EEB) en el período
entre 1997 y 2004 sumó 425 millones de dólares y, en lo que se relaciona con
ENDESA, el gigante de la energía eléctrica en América Latina, y los demás privados,
debido a su participación porcentual en cada una de las compañías, su cuota
de contribución a ese rubro, entre 1998 y 2004, apenas alcanzó a 180 millones
de dólares; así: en EMGESA, 25, en CODENSA, 153,6, y en EEB, menos de un millón.
De tal forma, puede aseverarse, que por cada 10 dólares que se han retirado,
sólo uno se ha usado para invertir en el mantenimiento y progreso técnico de la
energía eléctrica en Bogotá12.
12 Datos extraídos de OTERO PRADA, Diego F. “La privatización y la descapitalización de
la Empresa de Energía de Bogotá” Iris impresores, diciembre de 2007, página 230 y
calculados en dólares según la tasa de cambio fijada en promedio para cada año por
el Banco de la República (véase cuadro número 1) y ponderada para ENDESA y los
privados acorde con su participación en cada empresa así: EMGESA, 49%, CODENSA,
49% y EEB, 11%.El caso de la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá
Cuadro No. 1
RETORNO A LAS INVERSIONES DEL CAPITAL TRANSNACIONAL EUROPEO
(ENDESA) EN EL GRUPO DE ENERGÍA BOGOTÁ 1999 - 2006
Fuentes: Para valores obtenidos en pesos en las distintas empresas así: “CODENSA 10 años” imprenta editores,
Bogotá, 2007 página 152; EMGESA, deducido de informe de “EMGESA, 10 años construyendo país”, en www.
emgesa.com.co, EEB en “Informe de gestión 2006 – gestión financiera” página 49 en www.eeb.com.co; para
descapitalizaciones de EEB, CODENSA y EMGESA entre 1999 y 2005 en OTERO PRADA, Diego F. “La privatización
y la descapitalización de la Empresa de Energía de Bogotá” Iris impresores, diciembre de 2007, Bogotá, página
198; para descapitalización CODENSA 2006 en “CODENSA 10 años” página 152. Para la conversión de COL $
a US $ se utilizaron las siguientes tasas de cambio promedio anuales; 1998, $ 1.427; 1999, $ 1.758; 2000, $
2.087; 2001, $ 2.299; 2002, $ 2.507; 2003, $ 2.877; 2004, $ 2.626; 2005, $ 2.320; 2006, $ 2.357; sacadas
dewww.banrep.gov.co, “series estadísticas – tasas de cambio”.
VI. REAPARECE EL FANTASMA DE ENTRECANALES (ACCIONA)
SOBRE LA EMPRESA DE ENERGÍA DE BOGOTÁ.
Luego de que ENDESA se hubiese constituido en 1994; inició operaciones con
una central térmica en Ponferrada. Posteriormente compró explotaciones mineras
y puso en marcha varias centrales, también térmicas, diesel y una nuclear. En
1983, se conformó como un conglomerado nacional de gran escala al recibir los
negocios energéticos, incluyendo operaciones con carbón, que entonces administraba
la entidad estatal, Instituto Nacional de Industria (INI), En 1988, en con13
cordancia con la ola mundial privatizadora que empezaba a imponerse, se vendió
a particulares el 24,4% de las acciones de ENDESA, las cuales, además, empezaron
a cotizarse en la Bolsa de Valores de New York. Desde entonces emprendió
su ingreso a América Latina en Chile, Argentina y Perú. En 1994 se privatizó otro
8,7% de la propiedad estatal y en 1997 otro 25% más con lo que ENDESA quedó
en manos del capital privado. En 1998 se transó otro 33% de la participación
estatal que, merced a esto, se redujo a apenas al 8,89% del total.
En abril de 1999 alcanzó el 64% de Enersis (Chile) y el 60% de ENDESA- Chile,
con lo cual tomó el control de todos los negocios que dichas empresas habían
hecho en América Latina, asociadas con ENDESA-España, entre ellos el de la Empresa
de Energía de Bogotá en 1997.
A la par que avanzaba en Suramérica, al entrar a Brasil y República Dominicana,
también lo hacía en Europa y hasta en África. Distintos negocios de generación
y comercialización y de compra de variados activos en energía y comunicaciones,
también en agua, muchos de ellos con “alianzas estratégicas” involucraron a
ENDESA en Marruecos, Holanda, Polonia, Turquía, Portugal, Bélgica, Francia, Italia
y Alemania. En tanto se ensanchaba iba consolidando su estructura organizacional
de capital transnacional.
Con el propósito de introducirse en el promisorio comercio de derechos de emisión,
en el marco del Protocolo de Kyoto, en 2002 adelantó iniciativas en el campo
de energías renovables, como de biomasa con base en olivo, eólicas y de ciclo
combinado de vapor de agua y gas. ENDESA empezó a hacer parte del Dow Jones
World Index, con 300 compañías de 23 países. En 2003, aunque continuó su expansión
en Andorra y México, debió emitir 1.500 millones de euros en acciones
preferentes y las filiales de Chile, Enersis y ENDESA-Chile, “cabezas de playa”
para el sur del Continente, refinanciaron deudas por 2.330 millones de dólares.
En 2005, principió su presencia en China, pero, a la vez, la filial de Italia también
recurría a reestructuración de deudas por 2.000 millones de euros,
Pese a estos quebrantos de algunas de sus subsidiarias, y a que sus pasivos en
el balance de 2005 sumaban 18.000 millones de euros; ENDESA, con ingresos
por 17.508 millones euros, ya era la primera empresa privada de electricidad en
Latinoamérica, la tercera en Europa por capacidad instalada y proveía el 40% de
la energía de España.
De dicha importancia se desprende la batalla que, a partir de septiembre de
2005, se ha venido librando entre distintos grupos privados y financieros por laEl caso de la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá
posesión de ENDESA. En esa fecha, la empresa Gas Natural, fundada en Cataluña,
hizo una oferta por el 100% de las acciones de ENDESA (lo que se conoce técnicamente
como OPA) a un precio real de 19,6 euros por acción. Al tiempo que fue
considerada como oferta hostil, en tanto las acciones se habían valorado al final
de 2005 en 22,75 cada una, la empresa alemana EON, la primera de Europa, tres
veces mayor que ENDESA, en ingresos y capacidad instalada, presentó otra OPA
por 27,5 euros por acción para comprar todas las acciones.
La oferta de los alemanes prendió las alarmas en España. Se trataba del primer
movimiento en la estrategia germana para convertirse en el grupo energético
más grande el mundo y la mayor apuesta previa antes de 2007 cuando se “liberaría”
el sector de la energía en Europa. Allí se prevé que, al final, solamente sobrevivirán
tres o cuatro empresas. El poder de los alemanes sobre la energía de
España sería un acto de excesiva preeminencia y el gobierno español, por ende,
se resistió a esa iniciativa y promovió una serie de condiciones que debería cumplir
EON para acceder al negocio; el asunto pasó de lo económico a lo político. A
la vez, según muchas fuentes, impeló a inversionistas españoles a realizar alguna
faena por el resguardo de ENDESA en manos españolas.
De ese modo, el grupo ACCIONA, que es el mismo Entrecanales de marras, el
propio de las barbaridades de El Guavio en Colombia quince años atrás, favorito
del gobierno del PSOE, compró el 10% de ENDESA y quedó como su socio mayoritario;
así mismo advirtió que iría hasta por un 25%. Entrecanales volvía por
sus fueros en Colombia al tomar posesión de la gestión mundial de ENDESA y
de su patrimonio dentro del cual están todas las adquiridas en el Nuevo Mundo,
incluida la de Bogotá, contra la cual había conspirado durante el funesto decenio
de la construcción de El Guavio.
Financiado por el grupo Santander y otros bancos en 8.000 millones de euros,
ACCIONA (Entrecanales) se volvió la voz mandante de ENDESA en todos los continentes.
No obstante, el impulso no era suficiente para detener a los alemanes
de EON. Aunque ACCIONA pagó en promedio 35,3 euros por acción para poder
abrirse paso, debería buscarse apoyo para el otro 75% y para ello se invitó a la
empresa italiana ENEL, cuyo accionista mayoritario es el Estado de Italia. No importaba
que se pretermitieran las normas de la Unión Europea para estos casos
dentro de las cuales EON tendría preferencias y máxime cuando subió su oferta a
40 euros por acción. La alianza ítalo-española terminó permitiendo a ENEL llegar
hasta tener el 67% de ENDESA pero bajo un esquema donde Entrecanales tiene
el mando y, simultáneamente, la opción de vender su parte en marzo de 2010 al
socio italiano a 41 euros por acción.15
Gráfico 1.
.
Con ello, ENTRECANALES –de antemano– se aseguró tanto una ganancia de más
del 20% por cada acción como el control del grupo ENDESA, para desgracia de
las numerosas empresas subsidiarias, entre ellas las de Bogotá que en este “chalaneo”
entre linces financieros son tratadas como meros commodities. Con tan
sólo el 25% de la propiedad, resultante de tener la mitad del holding que a la
vez posee la mitad de la Empresa, manda sobre ENEL que posee en total el 75%.
(Puede verse en el esquema).
Finalmente, para que EON retirara su oferta vigente se acordó entregarle activos
energéticos en España por 10.000 millones de euros, con lo cual los alemanes ingresan
a dicho mercado energético. Sin embargo, como los socios Entrecanales y
ENEL no parecen haber tenido una sociedad bien avenida, se ha empezado a hablar
de una división de ENDESA, lo que los españoles han llamado “troceo” y que
muchos comentaristas califican como riesgosa para la soberanía de España, sin
desconocer, como lo advirtió en 2007, Joan Clos, Ministro de Industria, Comercio
y Turismo de España, que “Endesa se ha cimentado con tarifas públicas durante
mucho tiempo” 13; es decir, que para su grandeza contó con el favor estatal y que
13 www.invertia.com 2 de abril de 2007.El caso de la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá
ahora unos pocos lo usufructuarán. “Los Entrecanales, quedan como reina madre
con plusvalías latentes que podrán ejecutar en cualquier momento”, ha señalado
el comentarista, Luis Losada. 14
Si Entrecanales sale de la empresa, a cambio de recibir por anticipado la recompra
prometida y de recibir las inversiones en energías renovables, que es su interés
principal por los negocios especulativos futuros que puede deparar en las
bolsas mundiales de carbono; no se sabrá en manos de quién irán a quedar estas
empresas del otro lado del océano, como la EEB.
A cualquiera que sea el nuevo mandamás, el tratado de libre comercio entre Colombia
y la Unión Europea, que se está negociando con un capítulo de servicios
a favor de las empresas prestadoras, y un eventual convenio complementario de
protección de inversiones, le garantizarán que “pueda hacer y deshacer” tanto
o más como ha acaecido con los Entrecanales en estas tierras cuando las han
pisado. Todo tipo de ardid financiero y de conspiración, como los aquí expuestos,
estará seguro y con blindaje.
VII. CONCLUSIONES
La presencia del capital europeo en el sector eléctrico de América Latina y, en
particular, después de la década de los noventa del siglo XX, en el marco de las
políticas neoliberales, ha significado que, junto con las políticas de privatización
por medio de las cuales se trasladaron valiosos patrimonios públicos a manos de
capitales particulares, el sector financiero haya encontrado nuevas fuentes de
inversión y de rentabilidad.
En el caso específico del sector eléctrico en América Latina, es Europa el centro
de donde han provenido las principales inversiones con el fin de expandir sus
compañías a escala global. Contrario a lo que se predijo en el sentido de que el
neoliberalismo crearía un ambiente de competencia, a lo que se ha llegado es a
un altísimo nivel de concentración en un área estratégica para la seguridad y el
desarrollo de las naciones.
Las privatizaciones, como en el caso de la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá,
se propiciaron desde la década de los 80 cuando muchos países y sus instituciones
públicas fueron sometidos a altos volúmenes de endeudamiento. Esa
carga sirvió luego para justificar el traslado de activos públicos en aras de hon-
14 www.galicia-Hoxe.com 4 de abril de 2007.17
rar con ello los créditos contratados. La Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá,
merced al proyecto de El Guavio, es un buen ejemplo de ese modelo.
Adicionalmente, en buena medida los quebrantos financieros ocurridos en épocas
anteriores tuvieron que ver con la política cambiaria de alta devaluación que
encareció los préstamos pero también por la corrupción que como en El Guavio
se dio en conjunción entre empresas extranjeras y funcionarios estatales nativos.
Los procesos de privatización, como la toma de la Empresa de Energía Eléctrica
de Bogotá por parte del capital europeo, han sido igualmente desventajosos
para los países que han enajenado sus activos públicos y claramente benéficos
a los inversionistas foráneos. Prueba de ello es la forma como en la Empresa de
Energía Eléctrica de Bogotá se recuperaron en muy breve plazo, incluso descapitalizándola,
los dineros colocados.
El proceso privatizador de la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá resulta más
indignante todavía si se tiene en cuenta que fruto de las maniobras especulativas
de los grandes grupos y de las estrategias políticas de los países europeos,
la controlan trusts, como Entrecanales (ACCIONA), que precisamente hace dos
décadas dieron al traste con ella fruto de habilidosas y deshonestas tretas que
en este artículo ya fueron expuestas.
Colombia, con base en experiencias como la Empresa de Energía Eléctrica de
Bogotá, no puede aceptar un tratado de libre comercio con los países europeos
que no sólo se rehúsan a desechar este tipo de prácticas nefastas sino que a su
amparo y de tratados de protección de Inversiones las validan y las perpetúan al
elevarlas a norma supraconstitucional.El caso de la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá
BIBLIOGRAFÍA
CODENSA (2007) “CODENSA 10 años” imprenta editores, Bogotá, 2007
CONTRALORÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA (1992) “El racionamiento Eléctrico, 1992: antecedentes,
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Energía Eléctrica de Bogotá. Iris impresores, Bogotá.
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www.eeb.com.co
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www.banrep.gov.co
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www.eltiempo.com Guavio: juicio fiscal por 63 mil millones. Sección Información general. 27 de
diciembre de 1994.El caso de la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá
Red Colombiana de Acción
Frente al Libre Comercio
— R E C A L C A —
www.recalca.org.co
ORGANIZACIONES QUE CONFORMAN RECALCA
Acción Permanente por la Paz; Asociación de Cabildos Indígenas del Norte
del Cauca, ACIN; Asociación Censat Agua Viva; Asociación Colombiana de
Ingenieros Agrónomos, ACIA; Asociación de Industriales de Bogotá; Asociación
de Empresarios por la Salvación Industrial; Asociación Nacional de Mujeres
Campesinas indígenas y negras, ANMUCIC; Asociación Nacional por la Salvación
Agropecuaria; Central Unitaria de Trabajadores, CUT; Centro de Estudios del
Trabajo, CEDETRABAJO; Centro de Estudios Nueva Gaceta; Centro de Investigación
y Educación Popular, CINEP; Coordinadora de Mujeres Trabajadoras Andinas,
capítulo Colombia, Comuande; Confederación de Pensionados de Colombia,
CPC; Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC; Confederación General
de Trabajadores, CGT; Consumidores de Colombia, COCO; Corporación Cactus;
Escuela para el Desarrollo de la Democracia, ESCUDE; Federación Colombiana
de Colegios de Contadores Públicos; Federación Colombiana de Educadores,
FECODE, Federación Colombiana de Estudiantes de Contaduría Pública;
Federación Nacional de Profesores Universitarios; Fundación América Latina;
Fundación Friedrich Ebert en Colombia, FESCOL; IFARMA; Red Internacional de
Género y Comercio, punto Focal Colombia; INDEPAZ; Instituto Latinoamericano
de Servicios Legales Alternativos, ILSA; Marcha Mundial de Mujeres; MENCOLDES;
Mesa Mujer y Economía; Movimiento Comunal Comunitario; Movimiento Popular
Artístico Colombiano, MOPAC; Organización Colombiana de Estudiantes,
OCE; Periódico Desde Abajo; Planeta Paz; Plataforma de Derechos Humanos,
Democracia y Desarrollo, capítulo Colombia; Colectivo Somos Sudacas; Sindicato
de Trabajadores del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, SINBIENESTAR;
Red de Veedurías Ciudadanas; Corporación Viva la Ciudadanía; Colectivo
Libertario Banderas Negras; Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC;
Coordinadora Nacional Agraria, CNA; Convergencia Nacional Indígena, Negra y
Campesina; Acción Campesina; Comisión Colombiana de Juristas; Fundación de
Apoyo Comunitario, FUNDAC; Unidad Cafetera; Liga de Usuarios de Servicios
Públicos Domiciliarios; Unión Nacional de Usuarios y Defensores de Servicios
Públicos Domiciliarios; Asociación Departamental de Usuarios Campesinos de
Cundinamarca, ADUC.
LA VERDAD SOBRE EL TLC 11
CRITICA FILOSOFICA PARA MANTENER LA VIDA
SABER Y PODER PARA MANTENERNOS LIBRES COMO
LA CAPACIDAD DE INDEPENDENCIA FUNDAMENTAL PARA
LA VIDA